jueves, 10 de octubre de 2013

Palabra


                                                   

                                      Al tema Misa de Gallo de Jonathan Estrada


De la santidad como el gran crimen
y el sueño la maquinaria de la quincena peinándose en el fin de mes
de mis ceros y ceros unos
cero
¡Que nadie comente esa radiografía del agujero en sol!
Que nadie..
yo ya no quiero ver tu herida de catorce monedas
ni tus ensayos del núcleo dios
que tus jubilosos juglares ya recogen los pellejos.
Verdad es que no se va a llegar
más que a los rieles sin grito ni solo.
Los registros sin corte
(ni clase)
no están para ayer
ni viviendo mañana de semi libertad en esa
habitación con vista al bosque de lujosas
y concretas brumas y nostalgia de puentes
por donde se cruza penando bajo el efecto de lo innombrable

¡Oh pacto!
¡Oh rito!
¡Oh duende!

Azul es el ensueño
y en bucles el pezón del mundo
despierto antes del decantamiento
captura el fuego en esa guitarra que solo sabe de subibajas
de pecho y piedra y alma contra la pared
respira la palabra en el nombre de..

...

En oleadas y algarabía los cadáveres a guiarnos
pero antes de tenerlo y aspirar marino el universo
la roseta que nos marchita y que aun se intenta traducir

Lejos ya anda mi carreta amada
con mi mujer y mis fotos amarillas y mi hermandad
con nuestro poema al hombro en la noche selva bombardeada
con todo y mi cuento todas las llaves los cuerpos
abrazados los megalitos
la sempiterna tableta
la penssarosa bruma
y en los fantasmales
y recientes murmullos
todo el divino código

Amén

jueves, 26 de septiembre de 2013

Off



Ha sido borrada del mapa
de tal modo que ya son tres
los expresidentes citados ante la Mega Comisión
con plena facultad de los fantasmas saludados
en Clave Morse
y binario,
que como bien nos dijo el serrano
" no me tengo quieto"
y mis orillas se afligen y engordan las ojeras
del sonámbulo funcional. Veamos:
- carro vacío .. hay asiento .. play -

hemos de mirarnos largamente
en silencio
imagen y sonido en opiáceo movimiento

Oh
mi amada alquimia la posesión
palabras de Mitomanía..
Off.


miércoles, 14 de agosto de 2013

Rainbow Clouds

en los paraisos del Never More..
"Oh heaven.." dijo Alex Boy
Obscured de mi ser ...

lunes, 5 de agosto de 2013

...



Detonación del mundo a cuenta de cambiar la nave por una cadena
(y a vivir en foto y estatua ecuestre, ¿abuelo ejemplar?)

Aquí el silbido deshabitado y el ladrido del can 
de cara en la ventana y ojos caídos, pero muy hondo, en los cerros tintineantes, 
los de aquí, 
los de allá.

El desvarío es la impronta y un televisor debajo del puente 
la nostalgia (esa esperanza impaga) por el reino y todos sus recovecos 
sin túnel de estadio con caño apuntado al alma
ni pasadizos de psiquiatría en el cinco de abril 
de los once años
y contando

La noche pastosa,
el sereno lunático,  
la burbuja... 
El pacto.

¡Hay, y habrá siempre! 
Entre los restos de aquella civilización 
(¿esa vieja, vieja banda?)
Caída libre, sueño profundo
palabras en lenguas muertas 
en mi confeso y al fin calmo corazón, 

espíritu en mar.

que todos terminamos recaudando
toc toc toc
Roooou

miércoles, 10 de julio de 2013

domingo, 7 de julio de 2013

jueves, 13 de junio de 2013

Rayuela - Capítulo 90




90


En esos días andaba caviloso, y la mala costumbre de rumiar largo cada cosa se le hacía cuesta arriba pero inevitable. Había estado dándole vueltas al gran asunto, y la incomodidad en que vivía por culpa de la Maga y de Rocamadour lo incitaba a analizar con creciente violencia la encrucijada en que se sentía metido. En esos casos Oliveira agarraba una hoja de papel y escribía las grandes palabras por las que iba resbalando su rumia. Escribía, por ejemplo: «El gran asunto», o «la encrucijada». Era suficiente para ponerse a reír y cebar otro mate con más ganas. «La unidad», hescribía Holiveira. «El hego y el hotro.» Usaba las haches como otros la penicilina. Después volvía más despacio al asunto, se sentía mejor.

«Lo himportante es no hinflarse», se decía Holiveira. A partir de esos momentos se sentía capaz de pensar sin que las palabras le jugaran sucio. Apenas un progreso metódico porque el gran asunto seguía invulnerable. «¿Quién te iba a decir, pibe, que acabarías metafísico?», se interpelaba Oliveira. «Hay que resistirse al ropero de tres cuerpos, che, conformate con la mesita de luz del insomnio cotidiano.» Ronald había venido a proponerle que lo acompañara en unas confusas actividades políticas, y durante toda la noche (la Maga no había traído todavía a Rocamadour del campo) habían discutido como Arjuna y el Cochero, la acción y la pasividad, las razones de arriesgar el presente por el futuro, la parte de chantaje de toda acción con un fin social, en la medida en que el riesgo corrido sirve por lo menos para paliar la mala conciencia individual, las canallerías personales de todos los días. Ronald había acabado por irse cabizbajo, sin convencer a Oliveira de que era necesario apoyar con la acción a los rebeldes argelinos. El mal gusto en la boca le había durado todo el día a Oliveira, porque había sido más fácil decirle que no a Ronald que a sí mismo. De una sola cosa estaba bastante seguro, y era que no podía renunciar sin traición a la pasiva espera a la que vivía entregado desde su venida a París. Ceder a la generosidad fácil y largarse a pegar carteles clandestinos en las calles le parecía una explicación mundana, un arreglo de cuentas con los amigos que apreciarían su coraje, más que una verdadera respuesta a las grandes preguntas. Midiendo la cosa desde lo temporal y lo absoluto, sentía que erraba en el primer caso y acertaba en el segundo. Hacía mal en no luchar por la independencia argelina, o contra el antisemitismo o el racismo. Hacía bien en negarse al fácil estupefaciente de la acción colectiva y quedarse otra vez solo frente al mate amargo, pensando en el gran asunto, dándole vueltas como un ovillo donde no se ve la punta o donde hay cuatro o cinco puntas.

Estaba bien, sí, pero además había que reconocer que su carácter era como un pie que aplastaba toda dialéctica de la acción al modo de la Bhagavadgita. Entre cebar el mate y que se lo cebara la Maga no había duda posible. Pero todo era escindible y admitía en seguida una interpretación antagónica: a carácter pasivo correspondía una máxima libertad y disponibilidad, la perezosa ausencia de principios y convicciones lo volvía más sensible a la condición axial de la vida (lo que se llama un tipo veleta) capaz de rechazar por haraganería pero a la vez de llenar el hueco dejado por el rechazo con un contenido libremente escogido por una conciencia o un instinto más abiertos, más ecuménicos por decirlo así.

«Más ecuménicos», anotó prudentemente Oliveira.

Además, ¿cuál era la verdadera moral de la acción? Una acción social como la de los sindicalistas se justificaba de sobra en el terreno histórico. Felices los que vivían y dormían en la historia. Una abnegación se justificaba casi siempre como una actitud de raíz religiosa. Felices los que amaban al prójimo como a sí mismos. En todos los casos Oliveira rechazaba esa salida del yo, esa invasión magnánima del redil ajeno, bumerang ontológico destinado a enriquecer en última instancia al que lo soltaba, a darle más humanidad, más santidad. Siempre se es santo a costa de otro, etc. No tenía nada que objetar a esa acción en sí, pero la apartaba desconfiado de su conducta personal. Sospechaba la traición apenas cediera a los carteles en las calles o a las actividades de carácter social; una traición vestida de trabajo satisfactorio, de alegrías cotidianas, de conciencia satisfecha, de deber cumplido. Conocía de sobra a algunos comunistas de Buenos Aires y de París, capaces de las peores vilezas pero rescatados en su propia opinión por «la lucha», por tener que levantarse a mitad de la cena para correr a una reunión o completar una tarea. En esas gentes la acción social se parecía demasiado a una coartada, como los hijos suelen ser la coartada de las madres para no hacer nada que valga la pena en esta vida, como la erudición con anteojeras sirve para no enterarse de que en la cárcel de la otra cuadra siguen guillotinando a tipos que no deberían ser guillotinados. La falsa acción era casi siempre la más espectacular, la que desencadenaba el respeto, el prestigio y las hestatuas hecuestres. Fácil de calzar como un par de zapatillas, podía incluso llegar a ser meritoria («al fin y al cabo estaría tan bien que los argelinos se independizaran y que todos ayudáramos un poco», se decía Oliveira); la traición era de otro orden, era como siempre la renuncia al centro, la instalación en la periferia, la maravillosa alegría de la hermandad con otros hombres embarcados en la misma acción. Allí donde cierto tipo humano podía realizarse como héroe, Oliveira se sabía condenado a la peor de las comedias. Entonces valía más pecar por omisión que por comisión. Ser actor significaba renunciar a la platea, y él parecía nacido para ser espectador en fila uno. «Lo malo», se decía Oliveira, «es que además pretendo ser un espectador activo y ahí empieza la cosa».

Hespectador hactivo. Había que hanalizar despacio el hasunto. Por el momento ciertos cuadros, ciertas mujeres, ciertos poemas, le daban una esperanza de alcanzar alguna vez una zona desde donde le fuera posible aceptarse con menos asco y menos desconfianza que por el momento. Tenía la ventaja nada despreciable de que sus peores defectos tendían a servirle en eso que no era un camino sino la búsqueda de un alto previo a todo camino. «Mi fuerza está en mi debilidad», pensó Oliveira. «Las grandes decisiones las he tomado siempre como máscaras de fuga.» La mayoría de sus empresas (de sus hempresas) culminaban not with a bang but a whimper; las grandes rupturas, los bang sin vuelta eran mordiscos de rata acorralada y nada más. Lo otro giraba ceremoniosamente, resolviéndose en tiempo o en espacio o en comportamiento, sin violencia, por cansancio —como el fin de sus aventuras sentimentales— o por una lenta retirada como cuando se empieza a visitar cada vez menos a un amigo, leer cada vez menos a un poeta, ir cada vez menos a un café, dosando suavemente la nada para no lastimarse.

«A mí en realidad no me puede suceder ni medio» pensaba Oliveira. «No me va a caer jamás una maceta en el coco.» ¿Por qué entonces la inquietud, si no era la manida atracción de los contrarios, la nostalgia de la vocación y la acción? Un análisis de la inquietud, en la medida de lo posible, aludía siempre a una descolocación, a una excentración con respecto a una especie de orden que Oliveira era incapaz de precisar. Se sabía espectador al margen del espectáculo, como estar en un teatro con los ojos vendados; a veces le llegaba el sentido segundo de alguna palabra, de alguna música, llenándolo de ansiedad porque era capaz de intuir que ahí estaba el sentido primero. En esos momentos se sabía más próximo al centro que muchos que vivían convencidos de ser el eje de la rueda, pero la suya era una proximidad inútil, un instante tantálico que ni siquiera adquiría calidad de suplicio. Alguna vez había creído en el amor como enriquecimiento, exaltación de las potencias intercesoras. Un día se dio cuenta de que sus amores eran impuros porque presuponían esa esperanza, mientras que el verdadero amante amaba sin esperar nada fuera del amor, aceptando ciegamente que el día se volviera más azul y la noche más dulce y el tranvía menos incómodo. «Hasta de la sopa hago una operación dialéctica», pensó Oliveira. De sus amantes acababa por hacer amigas, cómplices en una especial contemplación de la circunstancia. Las mujeres empezaban por adorarlo (realmente lo hadoraban), por admirarlo (una hadmiración hilimitada), después algo les hacía sospechar el vacío, se echaban atrás y él les facilitaba la fuga, les abría la puerta para que se fueran a jugar a otro lado. En dos ocasiones había estado a punto de sentir lástima y dejarles la ilusión de que lo comprendían, pero algo le decía que su lástima no era auténtica, más bien un recurso barato de su egoísmo y su pereza y sus costumbres. «La Piedad está liquidando», se decía Oliveira y las dejaba irse, se olvidaba pronto de ellas.

(-20)

miércoles, 5 de junio de 2013

Take ¿#?




hay una uña y un vello púbico en una de las losetas de la casilla de sera
al viento de la ventana tubería
se agitan y planean sobre la tomada ciudad
y mi solo respiro me delata en la mareada existencia
ceniza y vulva naturaleza
(aquí delay)
scream by ..

domingo, 2 de junio de 2013

Good ..

Y los tiempos del blues se alejan y arremeten subibajas
y yo canto con la fe de Katow
o la entrega incuestionable de uno de mis himnos germanos,
No se niegue el amor.
No se niegue la porfía
Y toda la honestidad de gárgola lamiéndose las heridas de seiscientos ochenta y dos soles
Nado sincronizado  (para empezar)
registro de brindis con Navokov,  Día del Preso, la tía Maggy  y Amin
y toda la tozudez.
¡Oh! cofre de mi raza
(lo triste redivivo)

El rol de extra al otro lado del muro como residuo de la proeza en la arboleda
"what have we here, laddie // misterious scribblings ? // a secrets code? // No. Poems no less // Poems everybody // The lad here reckons himself a poet.."

El terminal del cleanex y la deuda a veinte años espera que diga algo
- en el espejo del catorce nos lo decimos (sí, el auténtico) -
el cántico y las transparencias del Principito psiconauta
como un rezo obscuro (el último, por siempre )
sin mas bondades que las del mundo.
Tocada y lectura en un sueño paseo en botecito
Dopaminergia y  Mitomania
las palabras de mi ausencia
como si acaso algo sagrado.

Puente y pantalla con ruido
en altamar.

domingo, 19 de mayo de 2013

Sensorama Huaycán



Entonces desayunan
sin hacerlo
y mis caries los miran y resisten las ausencias
mientras los megalitos arden, se nublan, tiemblan.
Honda es la arcada que va del laboratoio del partido a la telaraña día
a día
las flojas jornadas
en ventanales equilibrios y solsticios sin celebración
y el encadenado mensaje:
"Aquí putas, portafolios impecables, unos y ceros
La Mega Marca - Estado de Emergencia"
- Y va.

¡Oh! pais desquicio
Ah cerdos de mierda
Dos verdes y tres tiras de diez.
Pero No.

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Colaboración y agradecimiento en guitarra acústica a Alexander Barrenechea
Guitarra eléctrica : Jonathan Estrada
Y más de una captura a Rita la Caimana
y Virginia Benavides en su presentación Sueños de un Bonzo
¡Salud!
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domingo, 31 de marzo de 2013

there is a ...



Todo es registrado en el espejo monolito
las arañas pezuñas, el refugio y nidos de caramelos con moco
en los ya colgantes puentes
la caída es libre y en océano como Ícaro hermano
con su poesía del parque y como las fiebres y palideceres de los mártires
los vapores del canto en el aquelarre funeral

Y hasta las babas nuevas con su monitoreada alucinación
en cuclillas y átona instancia
la embriaguez ya ajena, autista en buena cuenta
Tutuguri y atómico corazón
No ungido y sin sombra a la luz de cualquier gong
lo angélico redivivo en Wilson con Uruguay
y 'explicaciones a un cabo de servicio'
y panales primitivos en luz de luna
colores corpóreos del caleidoscopio
y el vivir.

Tambores y fuegos
Sin voz impuesta en historia alguna
Y humean los barcos en la puesta
vestigios sentidos del sueño
A tientas los muñones
los finales con amores
y el adios de la virtud

viernes, 8 de marzo de 2013

viernes, 1 de marzo de 2013

Capacitación Feb - 13

"les juro que estaba a punto de romperme la cabeza contra la pared

el corazón atómico de la Madre de Pink, me calmó"

J.R.


de pies y manos derretidos en coartadas malignas

duermo

lo único que podría darle sentido a toda esta mofa onírica

es dejar mi cuerpo vencido sobre el actual y ya ajeno receptáculo

agitando pañuelos al disco, el refugio y la plata..

y ya nada.

Que ya el desierto sufre las mismas verticalidades

el otro Saint Tropez

en el barrio Rojo, en Queens, en Boca , en Ate o la Parada

y el mismo hambre de ser.

Más

¡Más¡

Espejos ad infinitum
He de escaparme con el otro mar.

martes, 26 de febrero de 2013

Off (horror..horror)





Pies de barro y un himno de culebras para fumar los malos espíritus
Fruición primera de la melancólica atonía
Estas palabras, estos ritmos,
esta cinta sonora en retozo sueño
y bajos en el miocardio

¡El baño está atorado!

Una hoja naranja telaraña que yo he soltado en la binaria disciplina
Petrificado por siempre entre el Megaterremoto y la problemática Gravedad
Jodido e inexplicable como un tumor de virtud articulando un algo, un qué
Pariendo la obsesión. 

En el infierno plácido de un verano sin tregua
la huevevera podrida y todos los aneurismas por justicia.
Los cánticos en el campo para refugiados
Y ovnis oscilando lentos entre las factorías
Y cerdos que flotan

Meteoritos. Pirámides y un mundo
no tan feliz.
(Redivivo.. ¡Redivivo!
Las señas cumplidas están
El mono frente a la megalito mágico
Está.
       - “.. está atorado! “

Off.




viernes, 15 de febrero de 2013

Sí fue



Desvarío frío sensual de tu abandono entregado

En el ojo triunfal y penoso de esa flamígera herida despertándote.. ya tanto

Espejo de agua mala en el que me inundo y ahogo nocturno y neblinoso,

criatura enigma de este instante olvidable

la fantasía viva del picotazo eterno en mi hálito

Santo (muerto)

Que no hubo disciplina ni savia que te sujete y me tenga quieto

Veneno. ¡Veneno!

Los mutantes infiernos y sus seres

Las lunas de sangre y los soles negros

Fueron siempre los cómplices, hermanos,

Todos los espectros

(los unos.. los ceros)

Las despedidas de la Dopa y los poderes del Don antiguo

Ejército de botellas y recogedora de pasos

Desde de este lado del sueño

me veo a tus ojos endemoniados

sin poema ni girasoles ondulados

corriente abajo

inerte y humeante

aun.



There is no other day

Let's try it another way

You'll lose your mind and play

Free games for May

See Emily play

viernes, 8 de febrero de 2013

Gol anulado


Y que se coman mi refugio los pericotes mentales
y la niebla confusa cubra y selle mi escotilla al mundo.
Sueños de Reina en el binario hormiguero
y de concreto
in crescendo
de caca y mutantes tejidos en redes del Gran Nervio.
Nostalgia eterna por las noches en nuestro antiguo columpio
el hermano muerto.
Nos trenzamos y a tientas
"tu caracol del placer"
encendido el poeta dijo
   - Venimos del mar.
Y hasta la nube fue desempolvada
abrazo cerrado y lengua en cancha roja y otros tantos cañazo,
batuta ebria, lenta lenta carcajada lejana ceremonia
con amor
con fe.
Los fuegos todos.
Todos.
Se fornica defeca y limpia
una descarga eléctrica como toda disciplina
piscina tras piscina
   - Bien Limpia. Muy limpia. Bien.. Bien

viernes, 1 de febrero de 2013

Rulemán



y se parió Stonedhenge
y Oliveira bajó con la Clochard.
Espero no sobreviva un resorte
la puesta hipnosis
Cofres. ¡Cofres!
Buenas Noches Hermanos!
Salud.





jueves, 24 de enero de 2013

Lontano


corre con sus otros ojos la cortina en busca de una culpa (tal vez de un camino amarillo)
y tempestades se desatan en los translúcidos espejos
donde habita un imaginario e inútil control
la intermitencia del color y otras colonias de la ciencia
(realmente, ¡pobre Rimbaud!)
se funge de sabio de remedos en puestas tan inverosímiles
como aquella, donde voladores y en catarata
los cascajos en libertad nos tornarán.
Caída al cielo. Caída.
Peligro de tramas y juegos a las escondidas
entre los ministerios ruinosos y los artillados nidos
de la impúdica mueca día
tras
vida

- Quiero planear todavía. Es un temón. Terminé en la Gruta. Dime Papi... Solo ese puente... Shhhhhhhhhhhhhhhhhhhhh...

corre la cortina
mueca día
un temón.

lunes, 21 de enero de 2013

Ponche

y me cuezo así
embargado hasta en el cieno celeste por todas las caídas libres
aquellos mejores
peores pases
y todas las alarmas plineales
¡oh! butacas
La breve conciencia se desdibuja intercalándose
en satín orina fondo

Milagro y Hastío.
y cosa en sí

(-A sido la bruma.
- Hay.)

la espuma regresa a su súcubo inmemorial
y sequías inventadas de cerezas
y chocolate
motivan una pesadumbre más

La fosa. La fosa
repite ese que parte de mi
y se añeja

Esto no es un sueño - Rossmary dijo
Es real. ¡Es Reaaaal!

¡Oh! Coros
Ah solos
Tuy y tuy...
Aún.