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Vertedero de miasma, mi niña.
Desnudo el amor del lunes sin alma
y el martes como los otros
en descomposición.
Así.

Se pudre el placer altisonante del hogar
en la memoria pura de las horas desahuciadas
y honestas.
Y el mar en los ojos.
No voy.

Se agria la tarde
geométrica en punto
se cuaja la sangre en la caída libre
donde desaparecen los hermanos
cuando ya el dinero es todo sueño .. (y pesadilla)
y hasta el arte no es si no el retrato ambulante
de hipie contrato para cambiar:
Nada
mas que el contante.
Y aplausos.
No voy


A pedazos el cielo
La muela como único juicio
Las dos especies en péndula pasión
Y el discurso sin plaza en el ensayo oficio.

el olvido ¡Hombre!
el olvido

Se pudren las manos
Corazón.
Más allá del latido tomando la ciudad tapada
para que rompan fuegos los niños bomba y poemas sin final
hay un mastín por cada pensamiento inconforme
y la boca de la civilización proclama el espanto

Y escampa el dolor. No hay refugio.
Escurre mi savia. Campo muerto
Seca la noche
Seca mi voz.

y voy
(pero no)