cebollas, testículos
Chacruna,
Espíritu y otros tantos en la sepia receta
Agarrotamiento de médulas en el hábito apocalíptico
identificado entre sumas celestiales
y aplaudidas bestias de siete mundiales cabezas:
La gran inundación.
Instancias del símbolo que poco se emparentan
con los entrampamientos de estas fanáticas células
tan echadas a volar
¿Amor? ¿Ley? ¿Progreso? ¡
Oh! mi adorada infelicidad sin pócima
¡Potros! ¡Vórtices! ¡Batutas!
Eterno cófrade y oráculo
entre familiares odradeks habitando el inaudito hogar
venidos en cánticos (sin órbita) al abismo mágico
otrora núcleo y puerta y reino de los ícaros vuelos
y la noche abierta para los que van.
Que tiemblen los panales de atrofiados atlántidos
ante los soles bruma y primeras planas sin marciana crónica.
Que ingrese la humana resma mortificando el diario recital
oxidando en las sienes lo preciado aun puro
todavía real
vienen ya los penosos minutos sudando balbuceos
la droga lengua y los zapatos
estrangulando lo poco que se ha ardido
las ventanas en Alfa.
La post humanidad.
Ciertamente
me devuelvo al mar
